LA OBRA

LA CEREMONIA
EL ORIGEN: Desde hace algunos años tenía en mi poder la historia de Angelina Bianchini publicada en una revista de cuyo nombre no me acuerdo, relatada por Andre Prevost, bajo el título de “Venganza corsa. La historia de un amor maldito”. De cuántas veces intenté plasmarla en una obra dramática, tampoco me acuerdo; pero lo que si sé, es que en forma de poema dramático al fin logré, aunque no totalmente, desembarazarme de ese fantasmagórico personaje.

Un día cualquiera, los vecinos de la avenida Carnot, en un barrio de Bastia, en Córcega, se dieron cuenta de la desaparición de una vieja mendiga recolectora nocturna de chatarra y de un perro al cual cariñosamente llamaba Francesco. Los cadáveres estaban en avanzado estado de descomposición. Durante la requisa encontraron una abultada cartera con talonarios, cuentas, títulos de propiedad, etc., además de un cofre repleto de valiosas joyas. Angelina nunca utilizó la fortuna que le habían dejado sus padres.

Hace sesenta años – escribe Prevost – Angelina Bianchini era una de las muchachas más bonitas y elegantes de Bastia. Tenía numerosos pretendientes, pero se enamoró de un profesor de piano llamado Francesco. La familia descubrió estas relaciones y también que él ya estaba casado. Entonces, como castigo por deshonrar el apellido Bianchini, la encerraron en una habitación de la casa y allí permaneció, sin salir un solo día, hasta que sus padres murieron. Habían pasado treinta años”. Basado en esa historia escribí “La Ceremonia”.
Por: Gilberto Martínez Arango